Si nuestro objetivo conseguir que un conjunto de persones se configuren y funcionen como un equipo, es fundamental que exista un propósito (finalidad) compartido por todos sus integrantes.
Este propósito debe alinearse con el de la organización y debe llevar al equipo a la acción
Sólo podrá ser plenamente compartido si es construido entre todos. No es necesario crear frases excelentes, largas y aburridas. Es mejor construir un propósito breve, con palabras que nos emocionen, que nos lleven a la acción y que nos sirvan de guía en la toma de decisiones del equipo