Trabajar des de una mirada sistémica facilita el poder visualizar rápidamente la posición que nuestro cliente adopta dentro de su sistema, en relación a su objetivo (elemento que también forma parte del sistema) y el resto de los elementos.
El cliente toma consciencia de esta posición al poder observar, des de diferentes perspectivas, aquello que está en su inconsciente.
El uso de técnicas visuales (post-it, cartulinas, folios, maderas…) y de preguntas circulares permite que el cliente cree una visión integradora, a la vez que coge distancia y por tanto relativiza el problema.
El Coaching sistémico facilita, en pocas sesiones, un cambio de perspectiva que permite hacer un cambio de posiciones en el sistema provocando que todo el sistema cambie.